En los Andes y la Amazonía, sin embargo, podemos encontrar a grupos humanos cuyo diario vivir está íntimamente asociado a su medio ambiente, y cuyas prácticas medicinales están basadas en la utilización de plantas del bosque y la guía de un chamán o sanador.
Los Andes y la Amazonía están en un equilibrio constante y perfecto entre flora, fauna, seres humanos, y seres espirituales y cósmicos. Nos permiten encontrar aquel equilibrio psico-físico y espiritual del que dependemos todos, además de armonizar con los cuatro elementos de nuestra madre naturaleza (tierra, agua, fuego y aire)
Quienes habitan estas tierras se relacionan con la naturaleza como un ser viviente, y no como un laboratorio biológico. Entienden que lo elemental es la conexión espiritual que nos ayuda a trascender y equilibrar los cuatro aspectos fundamentales del ser humano: los aspectos físico y emocional, junto al mental y espiritual. Este equilibrio se consigue utilizando todo aquello que la madre naturaleza nos prodiga: ya sean plantas maestras y medicinales, o la energía de los grandes espíritus a través de los cuales interpelar a la naturaleza.
A través de rituales de sanación podremos desarrollar nuestras facultades espirituales. A través de estos rituales podremos ir más allá de lo que nuestra mirada es capaz de ver y entender. A través de estos rituales aprenderemos a sentir con la esencia de nuestro corazón interior.
Joel Johuanchi
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